Internacional

Denuncian sacrificios animales en rituales y hechizos de amor

499Vistos

MEXICO.- Cada 14 de febrero, se conmemora en numerosos países ese vínculo único, que al madurar, adopta forma de afecto sincero, lealtad y admiración.

En el Día de San Valentín, millones de parejas celebran su amor con poemas, canciones, bombones o flores. Sin embargo, en torno a esta festividad inocente, también han proliferado tradiciones sombríasconjuros de brujería y ritos invocados por personas que buscan atraer a su ser amado y atraparlo para siempre. Prácticas falsas que no tienen ningún poder, pero sí conllevan un coste muy alto.

En entrevista con Infobae México, Juan Jorge Avilés Ortega, presidente del Instituto Mexicano de Fauna, Flora y Sustentabilidad Social (IMFFSS), explicó que muchos de estos rituales de amor requieren un sacrificio animal. Y entre las especies maltratadas, una de las que más preocupa es el colibrí, que ejerce una función invaluable como polinizador, y cada año, por estas fechas, es masacrado en masa.

“El colibrí para América y para México es un animal que requiere muchos cuidados, ya que son polinizadores, son animales responsables de dar la biodiversidad biológica actual. Sin ellos, al igual que las abejas, no existiría la gran cantidad de fauna y flora que existe actualmente en nuestra región”, explicó el divulgador científico.

Este pequeño pájaro permite la reproducción sexual de las plantas. Un papel esencial que comienza cuando inyecta su largo pico casi hasta el fondo de la flor para alimentarse del néctar. Al absorber la sustancia, se quedan alrededor de su boca restos de polen, donde se encuentran los gametos masculinos de la planta -o células sexuales-. El ave viaja después a una nueva flor para repetir el proceso, y sin pretenderlo, deja caer sobre ella el polvo que llevaba en el pico. En ese momento, los gametos de la primera planta resbalan hacia el ovario de la segunda flor, y se produce la fecundación.

Los colibrís realizan esta operación cientos de veces al día. Y con ello, promueven el nacimiento continuo de nuevas flores y frutos. En parte por esta función, se asocian tradicionalmente al amor y a la fecundidad.

A pesar de su importancia para la biodiversidad, y de ser un animal protegido por las leyes mexicanas, cada mes de febrero se capturan en territorio nacional miles de colibrís destinados a “amarres”un ritual mágico-religioso que se invoca para conquistar el corazón del ser amado.

“La persona tiene que adquirir un colibrí, ya sea vivo o muerto. Regularmente este ritual se hace el día 14 de febrero. Se pide que lo hagan en la noche y con veladoras, con la figura de un Jesús crucificado y la fotografía de la persona amada. Muchos de ellos lo que dicen es que hay que amarrar al colibrí a una fotografía, con un hilo, y traerlo cargando, eso si es hombre. Si es mujer, el colibrí se pone con la fotografía igual amarrada y se coloca simplemente en el altar”, explicó Avilés Ortega.

Además, para que el conjuro supuestamente surta efecto, la tradición dice que hay que rezar una oración, conocida como La Chuparrosa.

“Se le tiene que dar una oración donde se explica que se reconoce la importancia del colibrí en la biodiversidad, porque es responsable de alimentarse del néctar, y se pide que ese mismo néctar tenga la capacidad de llegar a la persona amada, tocar su alma, y llamar la atención de la persona a la que se está vinculando”.

Primera Fuente
Primera Fuente
error: Contenido protegido