Solo 17 viviendas utilizaron esta novedosa modalidad, obteniendo el doble de superficie que las casas ofrecidas por constructoras.
Para la reconstrucción de las viviendas siniestradas en Santa Olga y alrededores, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo aplicó diferentes subsidios para responder a las necesidades de cada grupo familiar. La mayoría optó por usarlo para construir casas diseñadas y construidas por una inmobiliaria, tanto en el mismo sitio donde estaba su anterior vivienda como en la nueva Villa Renacer.
Solo un pequeño grupo de 17 familias decidió usar el subsidio habitacional en la modalidad de “autoconstrucción asistida”, buscando lograr viviendas con una superficie similar a la que poseían sus hogares siniestrados.
RESULTADOS
Por esta vía, los recursos del subsidio habitacional son depositados por SERVIU en una tarjeta a nombre de la persona beneficiada para la compra de materiales, pago de planos y mano de obra, según vaya avanzando la obra.
“No es como un subsidio tradicional, donde una constructora aprueba un proyecto y lo replica una serie de veces. Acá era un proyecto para cada familia, con necesidades acotadas para las familias. El resultado es óptimo. El subsidio tradicional aplicado en Santa Olga entrega unos 70 metros cuadrados, en promedio. Con autoconstrucción asistida, llegaron a tener hasta 120 metros cuadrados”, explicó Rodrigo Rojas, jefe de la oficina SERVIU en Constitución.
INAUGURACIÓN
Actualmente hay 11 familias habitando en viviendas autoconstruidas, otras 5 están finalizando sus obras y una está iniciando su construcción. Para relevar el proceso y respetar las tradiciones vinculadas a la casa nueva, las familias recibieron las llaves de sus nuevos hogares y junto con las autoridades cortaron la cinta tricolor como símbolo inaugural.
“Es clave el ímpetu y el esfuerzo de los vecinos. Tomaron un camino diferente, exigiéndole al estado y al municipio innovar, hacer algo que no se estaba acostumbrado. Los resultados conllevaron más metros cuadrados para las familias, mayor comodidad y llegar a buen puerto. Eso es lo más destacado en este proceso de autoconstrucción”, resumió Gonzalo Montero, seremi MINVU en la región del Maule.
APRENDIZAJE
La autoconstrucción asistida es usada muy pocas veces, por lo que todos los actores involucrados deben coordinarse e ir aprendiendo durante el proceso para obtener los resultados esperados.
“En esta articulación que ser va armando durante este proceso entre SERVIU, nosotros la entidad patrocinante, la municipalidad, todos los actores que se van intercomunicando dentro de los distintos espacios de trabajo, van aprendiendo unos de otros. Por eso, alguien decía que una vecina ya podía casi parar una casa sola porque había aprendido de materiales, maderas, etcétera”, reflexionó el arquitecto Camilo Cajigal, de la ONG Vivienda Local que tiene a su cargo la autoconstrucción del comité Las Villas.
RECONSTRUCCIÓN
El último reporte publicado por MINVU, la reconstrucción habitacional en Santa Olga y sus localidades cercanas alcanza al 86,1 por ciento de los subsidios asignados vigentes. Esto significa 713 viviendas ejecutadas y entregadas a sus familias, otras 109 viviendas en etapa de construcción y tan solo 6 en trámites previos al inicio de obras.
“Detrás de las catástrofes siempre hay aprendizajes que son importantes. Pero siempre nos quedamos en la parte humana porque nos llama la atención el liderazgo de una persona determinada. Pero aquí hay un tema estructural que hay que observar y aprender de él. En este proceso tan trágico como ocurrió en Santa Olga, ha surgido un camino muy interesante para lo que viene en adelante para el país y para la comuna”, apuntó finalmente Fabián Pérez, alcalde de Constitución.