El terremoto más fuerte de la historia ocurrió en Chile: 22 de mayo de 1960

El 22 de mayo de 1960, a las 15:11 horas, Chile fue escenario del terremoto más potente jamás registrado en la historia de la humanidad. Con una magnitud de 9,5 grados en la escala de Richter, el llamado Terremoto de Valdivia devastó la zona sur del país y provocó un impacto global sin precedentes.

El sismo tuvo su epicentro en las cercanías de la ciudad de Valdivia, en la Región de Los Ríos, y su duración se estima en aproximadamente 10 minutos. Las consecuencias fueron catastróficas: más de 2.000 personas fallecieron, miles resultaron heridas, y se contabilizaron al menos 2 millones de damnificados.

¿Qué causó este terremoto?

El evento fue provocado por la subducción de la placa de Nazca bajo la placa Sudamericana, un proceso tectónico común en la costa chilena. Sin embargo, la acumulación de energía en la falla fue tan grande que, al liberarse, generó un terremoto de magnitudes nunca antes registradas instrumentalmente.

Damage from the 1960 Chile earthquake, the largest earthquake of the 20th century

Efectos secundarios: tsunami y cambios geográficos

El terremoto desencadenó un tsunami gigante que cruzó el océano Pacífico, causando muertes y daños en lugares tan distantes como Hawái, Japón y Filipinas. En Chile, las olas superaron los 10 metros de altura en algunas localidades costeras, arrasando pueblos completos como Corral y Toltén.

Además, se registraron importantes cambios geográficos: el terreno en algunas zonas se hundió hasta dos metros, mientras que otras áreas se elevaron. También se produjo la erupción del volcán Puyehue, atribuida a la actividad sísmica.

Importancia histórica y científica

El Terremoto de Valdivia es ampliamente estudiado por geólogos y sismólogos en todo el mundo. Su magnitud permitió mejorar el entendimiento de los procesos sísmicos y ha sido clave para el desarrollo de normas de construcción sismo-resistentes en Chile y otros países propensos a terremotos.

Un país acostumbrado a temblar

Chile se encuentra en el llamado «Cinturón de Fuego del Pacífico», una zona de intensa actividad sísmica. El terremoto de 1960 es un recordatorio de la importancia de la educación sísmica, la preparación ante emergencias y la construcción segura.