Una verdadera fiesta del surf se vivió en Punta de Lobos, en la comuna de Pichilemu, donde compitieron las y los 28 mejores exponentes de olas grandes del mundo, consagrándose el local de Pichilemu Ramon Navarro.
Luego de un domingo lluvioso, el sol salió este lunes festivo para vivir una jornada histórica en Punta de Lobos. Cerca de 5.000 espectadores se acercaron hasta la comuna de Pichilemu, donde el mar cumplió con sus expectativas, ya que ofreció una verdadera fiesta, con olas de nueve a 12 metros de altura, que no se veían en nuestro país desde hace más de una década.
“Se podría decir que estuvo entre clásico, épico, histórico y alucinante. Lo estábamos esperando hace mucho, porque como comité estábamos siendo muy selectivos y cuidadosos”, explicó Matías López, director de la competencia. “El día en que se terminaba el tiempo de espera, justo apareció el pronóstico y fue la jornada más grande de los últimos 10 años, con olas de tranquilamente 12 metros”, agregó.
En un certamen que constó de ocho heats, sin final, el ganador fue Ramón Navarro (Chile), 2do Cristopher Tapia (Chile), 3ero Lucas Chianca (Brasil), 4to Natxo Gonzalez (País Vasco) y 5to lugar Kohl Christensen (Hawai). Sin embargo, más allá del vencedor, lo más destacable fue el espíritu de camaradería, en un campeonato con una modalidad similar a la del famoso “Eddie Aikau” hawaiano, donde las y los mejores exponentes del planeta compartieron en mangas mixtas, cuidándose unos a otros y repartiéndose el premio en partes iguales.
“Estamos en un escenario natural y tenemos la oportunidad de tener olas gigantes, son pocos los lugares del mundo que las tienen, pero más allá del aspecto deportivo, Punta de Lobos y Pichilemu son mucho más que surf”, resaltó Patricio Mekis, director general del “Lobos por Siempre”. “La esencia es el cuidado del borde costero, la importancia de cuidar estos espacios, por eso estamos muy comprometidos con empujar una Ley de Rompientes”, complementó.
“Hay muchas olas en la costa del país que necesitan protección, darles reconocimiento y valor, porque son verdaderos estadios naturales que aportan en muchos aspectos socioeconómicos y socioculturales, en el crecimiento de comunidades en torno al turismo y a la sustentabilidad”, prosiguió la cabeza de la organización. “Yo extendería el llamado no solamente a las autoridades, sino también a las personas. Tenemos que generar una colaboración radical, hacer comunidad y demostrar que esto se cuida entre todos”, cerró.
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