Una tragedia sacude a la comunidad venezolana en Chile tras la muerte de Giovanna Beatriz Morales Álvarez, una niña de 4 años que habría fallecido a causa de presunta negligencia médica en el Hospital de Talca. La pequeña, de nacionalidad venezolana, había sido sometida anteriormente a una cirugía de adenoides y amígdalas en la clínica FUSAT de Rancagua, operación que dejó secuelas como inmovilidad en algunas partes del cuerpo y problemas de coordinación.
Según información compartida , Giovanna fue llevada al Hospital de Talca para someterse a una resonancia, luego de que en el Hospital de Curicó le diagnosticaran ataxia, un trastorno que afecta la coordinación del cuerpo. Debido a que en Curicó no realizaban resonancias, su familia fue aconsejada a trasladarla a Talca o a un centro clínico en Santiago. En ese momento, la niña estaba estable, aunque presentaba los síntomas mencionados.
Sin embargo, según denuncian sus familiares, en el Hospital de Talca la pequeña fue anestesiada de inmediato, y poco tiempo después, los médicos les informaron que había sufrido muerte cerebral, asegurando que no había nada más que hacer y que debían autorizar la desconexión de los equipos que la mantenían con vida.
Desesperados, los padres de Giovanna decidieron llevarla de vuelta al Hospital de Curicó, donde los médicos intentaron reanimarla, pero fue en vano. Sus órganos se debilitaron, y la niña falleció el viernes 15 de agosto.