La Sección de Migraciones y Policía Internacional (SEPI) de la PDI identificó a 10 menores de edad de nacionalidad venezonala en deplorables condiciones de salud y desnutrición viviendo en una carpa en cercanías de la línea del tren en Curicó.
Los niños, junto a igual número de adultos, se encuentran de manera irregular en Chile tras ingresar por un paso no habilitado en el norte del país, por lo que fueron denunciados a las autoridades de Gobierno como también al Juzgado de la Familia de la ciudad.
«A través de una denuncia de vulneración de derechos de infantes verificamos que 10 personas e igual numeros de niños venezolanos se encontraban viviendo en una carpa cedida por gitanos. Todos en situación irregular, por lo que se realizó la denuncia por vulneración de derechos», dijo el comisario Gregory Alarcón.
La denuncia original fue realizada por el Hospital de Emergencia de Curicó tras atender a uno de los menores por problemas respiratorios que motivó la alerta a las autoridades policiales.