Chile enfrenta un alza importante en los precios de los alimentos. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) incluye dentro de sus objetivos de desarrollo sostenible de la agenda 2030: “reducir en la mitad el desperdicio de alimentos per cápita mundial”, señalando que reducir las pérdidas y desperdicio de alimentos resulta esencial para “mejorar la situación de seguridad alimentaria de grupos vulnerable”, es decir, aportar a que todas las personas, tengan en todo momento acceso a los alimentos. Y en estas fechas de fiestas de fin de año donde, se está planificando y organizando qué comprar para preparar los platos de las cenas de fin de año, es importante comprometerse en aportar al desafío de evitar desperdicios y pérdidas de alimentos, lo que ayudará al planeta y a la economía familiar.
Buenas medidas para prevenir el desperdicio en los hogares son: hacer una lista para comprar solo que se necesita; elaborar un menú; mirar el refrigerador y la despensa antes de comprar; no dejarse tentar por ofertas; no hacer las compras con hambre para evitar gastos innecesarios; leer las etiquetas para conocer lo que se compra y escoger las opciones más adecuadas; fijarse que la “Fecha de caducidad” indique que ese alimento sólo puede consumirse con seguridad hasta la fecha señalada (etiqueta que suele figurar en la carne y el pescado) y “Consumir preferentemente antes de”, que señala que ese producto mantendrá la calidad esperada hasta el día mencionado. La fecha de “consumo preferente” de un alimento, que ya haya pasado, no quiere decir que no sea seguro. Asimismo, compre frutas y verduras de temporada. Están en su mejor momento en sus cualidades organolépticas (olor, sabor, textura) y sus precios son más económicos en ferias libres. Recuerde servir cantidades pequeñas de comida dando a entender que todos se pueden repetir una vez que se hayan acabado lo que tienen en el plato. Reutilice las sobras de comida para hacer nuevos platos; aprovechando la fruta demasiado madura para hacer jugos o mermelada y las verduras mustias pueden usarse para hacer cremas o sopas.
Relevante es guardar los alimentos que caducan primero en la parte de adelante de la despensa o refrigerador y colocar atrás los que se acaban de comprar. Si se tiene una gran cantidad de algún alimento, congelarlo. Refrigerar los productos frescos, lavados, rotulados y en porciones. Indispensable será respetar la cadena de frío de los alimentos que necesitan refrigeración o congelado. Supervise la temperatura del refrigerador, estando entre 0 y 5º Celsius. Cocine raciones moderadas y según el número de personas para evitar que sobre.
Si elige comer fuera del hogar, escoja con moderación y llévese las sobras a casa. Comparta los alimentos que no consuma con sus familiares, amigos, o personas en necesidad de ellos. Tenga en cuenta que tirar comida es tirar dinero.