Si bien el proceso de vacunación sigue avanzando, aún no se ha logrado la inmunidad de rebaño y por ello es necesario redoblar los cuidados.
“Está demostrado que uno de los focos de contagio más importantes es el transporte público, además de las fiestas clandestinas”. Así de enfática es Carol Valenzuela, académica de la Escuela de Enfermería Talca y experta en Epidemiología.
Ante un nuevo peak de la pandemia a un poco más de un año de la llegada del COVID-19 al país, la experta advierte que es necesario regular el aforo en los medios de transporte. “Es una medida que debió haberse tomado hace un buen rato para que una cierta cantidad de personas pueda subir a un colectivo o micro y resguardar un poco el distanciamiento social”, indicó Valenzuela.
Adicional a ello, “los pasajeros deben usar sus mascarillas y no pueden sacárselas en ningún momento y cuando se bajen deben higienizar muy bien sus manos” y no tocarse las mucosas ni los ojos durante los trayectos si se han tocados otras superficies.
La académica hizo un llamado a ser consecuentes con las medidas. “Por un lado, se ve aglomeración de personas en estos transportes, gente de pie en los buses o en el metro donde no están definidos los aforos y, en otros lugares, se deben hacer filas con separación”. Agregó que también “debería haber restricciones para salir al extranjero y un control mucho más estricto en aduanas y aeropuertos, especialmente por las nuevas cepas”.
En este nuevo peak de la pandemia en el que hay más de 40 mil casos activos y los fallecidos suman más de 22 mil personas; la experta considera que la relajación de medidas sanitarias en el verano fue un error y que, si bien la vacuna llegó a dar una esperanza, “hay que recordar que, con este proceso de inmunización, vamos a tener una inmunidad de rebaño a mediados de año o, incluso, después”.
PIMS
Para la académica, las clases presenciales deben suspenderse. “Se tenía la tranquilidad de que los niños eran solo un mecanismo transmisor y que los caos graves no eran tantos, aunque igualmente fallecieron niños por COVID, pero ahora tenemos esta nueva enfermedad infamatoria multisistémica (PIMS) que es altamente peligroso”.
Si bien, el PIMS solo tiene una incidencia 1 de cada 5 mil niños a nivel mundial, “no se conocen las secuelas que esta enfermedad puede dejar”, explicó Valenzuela. Por ello recomendó a los padres de menores que hayan atravesado la infección a “hacer una observación constante, esta es una enfermedad molesta y el niño se va a sentir muy enfermo, por lo tanto, hay que hacer una consulta precoz ante cualquier signo o síntoma: una fiebre, malestar general, dolor o manchas en el cuerpo. La consulta precoz puede ayudar a que el desenlace de la enfermedad sea distinto”.