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Un alarmante panorama enfrenta el sistema de salud pública en Chile: desde 2019, se han registrado 407 bebés abandonados en hospitales públicos. Solo en 2024, 84 recién nacidos fueron dejados por sus madres, muchas de ellas consumidoras de drogas o migrantes en situación de vulnerabilidad.
El Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar ha sido uno de los más afectados este año, con 17 bebés abandonados en lo que va del 2025. Esta cifra evidencia la crisis social y sanitaria que atraviesa el país, donde la falta de apoyo a madres en riesgo y la crisis migratoria se han convertido en factores determinantes.
Las autoridades han manifestado su preocupación y han reforzado los programas de protección infantil, pero el problema sigue en aumento. Expertos en salud y bienestar infantil insisten en la necesidad de fortalecer las redes de apoyo a madres en situación de vulnerabilidad y mejorar los sistemas de acogida para los recién nacidos.
Especialistas advierten que muchos de estos bebés ingresan a la red de protección del Sename, pero la falta de familias de acogida y la alta demanda en residencias dificultan su bienestar. “Es urgente abordar este tema con políticas de prevención y apoyo a las madres en riesgo”, señalaron desde el área de protección infantil.
Mientras tanto, hospitales y organizaciones sociales siguen enfrentando esta dura realidad, buscando alternativas para dar una mejor oportunidad a estos niños que comienzan su vida en el abandono.
