El exilio del opositor venezolano Edmundo González Urrutia ha generado reacciones de preocupación y solidaridad por parte de países como Chile, Colombia y Estados Unidos, así como de organizaciones internacionales como la ONU y la OEA, que consideran la medida como un obstáculo para cualquier posibilidad de diálogo en Venezuela.
González Urrutia llegó a Madrid el domingo pasado, solicitando asilo tras denunciar persecución política y judicial en su contra luego de las elecciones presidenciales del 28 de julio, cuyo resultado, favorable a Nicolás Maduro, fue validado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
La Cancillería de Chile denunció el «exilio forzado» del líder opositor y reiteró su rechazo a «cualquier forma de represión contra los opositores del régimen dictatorial en Venezuela», haciendo un llamado al respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales en el país.
Colombia lamentó «la salida de Venezuela de Edmundo González» y reafirmó la necesidad de un proceso político con garantías en América Latina. El presidente Gustavo Petro, junto a los mandatarios de México y Brasil, ha intentado mediar en la crisis venezolana, pidiendo transparencia en los resultados electorales.
La OEA también expresó su rechazo al «régimen autoritario» de Venezuela, acusándolo de «forzar el exilio» de González Urrutia, a quien considera el legítimo ganador de las elecciones presidenciales. La organización instó a trabajar para que González asuma la presidencia en enero de 2025.
El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, calificó la salida de González como consecuencia de las medidas «antidemocráticas» del gobierno de Maduro, reafirmando el apoyo estadounidense a su lucha por la democracia en Venezuela.
El alto representante de la Unión Europea, Josep Borrell, consideró el exilio de González como «un día triste para la democracia», mientras que el gobierno alemán lo calificó de «retroceso» para Venezuela, afirmando que en un país democrático ningún político debería verse forzado a huir.
### Respuesta del chavismo
En contraste, el ministro venezolano Diosdado Cabello afirmó que González Urrutia salió «huyendo» de la líder opositora María Corina Machado, no del gobierno de Nicolás Maduro. Según Cabello, el opositor se fue «tranquilito» y «relajado», algo que González desmintió, al denunciar que su salida estuvo marcada por «presiones, coacciones y amenazas».
González, por su parte, reiteró su compromiso con la «política del diálogo» y la democracia, subrayando la necesidad de liberar a los presos políticos como una «exigencia irrenunciable» para el futuro de Venezuela.