El tenis chileno buscaba un inédito logro: tener a dos de los suyos en las semifinales de un Masters 1000. Ya el miércoles lo había conseguido Alejandro Tabilo (32º) y este jueves faltaba dilucidar si Nicolás Jarry (24º) también se sumaba a esta instancia. Eso sí, al frente tenía al griego Stefanos Tsitsipas (8º), campeón en Montecarlo y finalista en Barcelona. Un desafío de por sí complejo, pero que no asustó al chileno, quien venció por 3-6, 7-5 y 6-4 para acceder por primera vez a esta instancia en un torneo de esta envergadura.
El comienzo fue intenso, con ambos jugadores golpeando con fuerza la bola. No obstante, el europeo supo leer mejor los movimientos del chileno, quien también erró en algunos tiros y en la toma de ciertas decisiones en ataque. Así, el helénico logró el primer quiebre del partido en el cuarto juego y estableció una diferencia que le ayudó a manejar el set.
El siguiente turno de saque de Nico fue un verdadero sufrimiento. Duró 12 minutos y salvó cuatro puntos de quiebre para mantener las esperanzas en el parcial. Sin embargo, su rival estaba inspiradísimo con su derecha y con pocas fisuras por el lado del revés. Con un ace (que Jarry concedió luego de que la cantarán larga), Tsitsipas cerró en 47 minutos el primer capítulo.
La segunda manga se presentaba con la necesidad imperiosa de que el número uno del país empezara a afinar su servicio, especialmente partiendo por subir el 42% de puntos que había ganado con el segundo, una cifra muy baja ante un rival del talante del griego. También debía empezar a hacer más daño con la devolución, pues su rival se vio muy cómodo sirviendo.
Nico hizo borrón y cuenta nueva y se vio mucho más intenso. En el segundo juego dispuso de sus primeros dos puntos de quiebre, que si bien no supo aprovechar, sí sirvieron para transmitirle un mensaje distinto a su rival.
En el séptimo game el chileno dio una muestra de carácter importante al levantar un 0-40 gracias a tres primeros servicios y tiros ajustadísimos. A esas alturas el público en la cancha central del Foro Itálico quería seguir viendo más tenis y cargaba su apoyo al chileno.
Nuevamente el escenario se repitió en el undécimo juego, en el que Jarry sacó adelante otros dos puntos de quiebre con gran actitud y decisión. Con ese mismo arrojo, aprovechó la primera oportunidad que tuvo en el juego siguiente para lograr el ansiado break y quedarse con el segundo set.
Con el partido igualado, el último capítulo se iba a definir por detalles. El que estuviese más fino en sus golpes y decisiones se iba a quedar con el partido. Parecía que el griego se encaminaba a la victoria con un quiebre en el tercer juego. Sin embargo, el nieto de Jaime Fillol, quien estaba presente en la tribuna, no se amilanó y con su derecha dañó el saque de su rival para volver a emparejar el duelo.
Con el correr de los minutos, la intensidad no bajaba. Ambos buscaron con tiros profundos y angulados sorprender al otro, pero el tenista nacional se veía con otra intensidad y otro impulso. En cada punto un grito de ánimo y la mano empuñada fueron más que suficiente para demostrar que estaba en otra sintonía.
En el décimo juego llegó el momento decisivo. Nicolás Jarry olió la oportunidad y no la desaprovechó en su cuarto match point. Se quedó con la victoria, que lo mete por primera vez en esta instancia en un Masters 1000. Además, aseguró regresar a su mejor ranking (18º).
Por el paso a la final se medirá este viernes, a las 14.30 de Chile, frente al estadounidense Tommy Paul (16º), quien se impuso ante el polaco Hubert Hurkacz (9º), por 7-5, 3-6 y 6-3.
