No hubo milagro. Intento sí. Pero era una tarea titánica, a la realidad, prácticamente imposible. Y así fue. Cobreloa se despide de la Primera División del fútbol chileno. El elenco loíno se convirtió en el segundo descendido a la Primera B. Hace rato el primero era Copiapó. El cuadro de Calama se va la máxima categoría tras solo un año.
Necesitaba un milagro. Debía ganarle por 8 goles de diferencia a O’Higgins. Y le ganó, pero fue un 3-0. Pudo ser más amplío el marcador, pero no queda más que para las estadísticas. La diferencia de goles manda a Cobreloa a la B para el 2025. Terminó el Torneo Nacional 2024 con 31 puntos. Los mismos precisamente que O’Higgins.
Pero los de Calama acabaron el certamen con -29 tantos contra los -19 de los celestes. El partido fue todo para la visita en El Teniente de Rancagua. Entró sabiendo que necesitaba vencer y por mucho. Y lo buscó. A los 4 minutos marcó Nahuel Donadell. Más tarde lo hicieron Cristián Insaurralde (42′) y Tomás Roco (46′). Un triunfo para despedirse de la máxima categoría y volver otra vez a la B. Cobreloa se va y tendrá que rearmarse para volver a pelear por el ascenso en 2025. O’Higgins respira y se queda en Primera. Eso sí, con lo justo y muy convulsionado.
Sus hinchas interrumpieron el partido por más de media hora en el descanso. Llegaron hasta la zona para los dirigentes, con bombo incluido, y protestaron por la campaña del equipo.
También quisieron llegar a camarines, pero intervino la seguridad. Una muestra de un triste y pobre año. En tanto, en el duelo entre Unión La Calera y Cobresal, también por la parte baja, los «cementeros» ganaban 3-0 hasta el minuto 87 cuando el partido se suspendió por lanzamiento de fuegos artificiales, incluso, uno dio cerca del jugador minero, Ignacio Pacheco.