Quizás sin el brillo de otras ocasiones, pero con el sufrimiento que se hizo costumbre. En una final en la que fue de menos a más, Argentina derrotó a Colombia en la prórroga y se coronó bicampeona de América, en el tercer título de la era Lionel Scaloni. La previa del encuentro estuvo marcada por el bochorno que se vivió en el Hard Rock Stadium, que obligó a retrasar en más de una hora el inicio del choque.
Hinchas en su mayoría colombianos, y algunos argentinos, intentaron entrar a la fuerza al recinto, lo que generó corridas y sobrepasó a la gente de seguridad. Un escándalo más para la Conmebol, en un torneo que pasará a la historia por los desórdenes de la organización. El fútbol hizo olvidar, al menos por un par de horas, el caos. El primer tiempo fue intenso desde el arranque, con una Colombia agresiva que por momentos sometió a la Albiceleste. La más clara estuvo en los pies de Jhon Córdoba, que estrelló un remate en el palo a los seis minutos. Mientras que Argentina respondió con un disparo en posición inmejorable de Lionel Messi dentro del área, que impactó en Julián Álvarez, su propio compañero. En el complemento Argentina mejoró, y contó con las ocasiones más claras, pero sin precisión en el finiquito. El golpe lo sufriría con la salida de Lionel Messi, que abandonó la cancha por una lesión en el tobillo, lo que dejó una de las imágenes de esta Copa América con su llanto desconsolado.
En la prórroga, intercambiaron momentos de dominio, hasta que llegaría el momento clave. Luego de una gran combinación entre Rodrigo de Paul y Gio lo Celso, Lautaro Martínez recibió dentro del área y no perdonó para desatar la locura trasandina presente en Miami. El delantero del Inter tuvo su redención, para hacer olvidar las críticas que recibió luego de un pálido Mundial de Qatar 2022. Con cinco tantos se consagró como máximo goleador del torneo, y le dio una nueva Copa América a su país. La decimosexta para Argentina, que con esto desempata con Uruguay y se alza como el mayor ganador histórico del certamen continental.
