A sus 29 años, el punta de la selección chilena viene de grandes temporadas en el club Ciudad Vóley de Argentina y reconoce que la preparación para los Juegos ha sido “tremenda”. Quedan solo 12 días para que la categoría masculina de la disciplina debute en Santiago 2023, en un Arena Parque O’Higgins que retumbará con los gritos de diez mil espectadores. Accede a puntoticket.com
Es figura y referente, pero su voz irradia sencillez. Si alguien no conociera en persona a Vicente Parraguirre (29) y después viera sus remaches y bloqueos en vivo, al escucharlo diría que son dos personas distintas. Es el menor de los Parraguirre, apellido que se ha escuchado en muchísimos partidos en los últimos años.
El punta juega actualmente en el Club Ciudad Vóley de Argentina, ubicado en las instalaciones deportivas del Monumental de Núñez, donde ganó la Liga Nacional ACLAV en 2022 y 2023. Compite fuera del país hace nueve años y antes de su paso por el país trasandino tuvo experiencias en Canadá y República Checa. Según dice, hace rato que todos los focos están puestos en los Juegos.
-Quedan apenas dos semanas, ¿cómo son estos últimos días?, ¿es muy distinta la sensación a otros campeonatos de local?
Como esto, nada, he estado muy contento y expectante de lo que van a ser los Juegos Panamericanos en sí mismos, que empiezan ahora, y nuestra participación en menos de dos semanas. Se vive de una forma distinta, porque porque están todos los deportes, y si bien nosotros hemos jugado de local, es otro el nivel de exposición que tienen los Juegos Panamericanos en Santiago. Tengo muchas ganas de que empiecen y que nosotros salgamos a la cancha. Cada vez que salgo a la calle vestido del Team Chile siempre hay alguna persona que me grita, o me dice algo así: “¡Mucho éxito!”. Obviamente la gente quiere medallas y resultados, pero está muy feliz de poder albergar a todos estos deportistas que van a venir y de disfrutar al máximo una fiesta deportiva acá en Santiago.
-¿Cómo evalúas a los rivales del grupo?
En el vóleibol son sólo ocho equipos, así que son muy duros todos los que llegan a los Juegos, es difícil clasificar. Vamos a partir con República Dominicana y luego Puerto Rico, dos equipos que juegan bien, pero podemos hacer un gran partido contra ellos. Después de eso contra Argentina, que ojalá sea para definir el grupo y sabemos obviamente el poderío que tienen, pero esto va partido a partido. Primero es República Dominicana el 30 de octubre, en el Parque O’Higgins. Sabemos de lo que somos capaces y queremos demostrarlo. Es un grupo accesible, nuestro objetivo es pasar a las rondas de medallas, entonces claramente son partidos que tenemos que ir a ganar.
-¿Cómo crees que será el ambiente en el debut en el Arena Parque O’Higgins? Tiene capacidad para diez mil espectadores, depende de la gente que jueguen a estadio lleno…
Uno se lo imagina y ojalá sea un debut soñado, que podamos demostrar todo lo que hemos trabajado para llegar a este momento. Vamos a tener un preview con las mujeres que compiten antes de nosotros, entonces va a ser lindo poder ver esa cancha antes de que nos toque a nosotros jugar. Cada vez se va acercando más la fecha y es más fácil imaginarse ahí dentro de la cancha. Será la primera vez que juego con tanto público a favor, en Brasil nos ha tocado con un poco más de 10.000 personas y es increíble ver ahí toda la gente. Allá les dan a todos poleras amarillas y es tremendo tener esa energía del público. Va a ser una experiencia inigualable y por eso mismo queremos aprovecharla al máximo, disfrutar del momento y de jugar buen vóleibol.
VOLVER A CASA
El sendero de la actual generación de voleibolistas chilenos ha sido largo. El entrenador Daniel Nejamkin lleva 11 años acompañándolos y la siembra ha traído frutos evidentes. Hace un año, el equipo fue campeón del torneo Sudamericano Clasificatorio para los Juegos Panamericanos, disputado en Chile, y dos semanas después repitió la hazaña en los Juegos Sudamericanos de Asunción. Derrotaron a Argentina y Colombia, respectivamente.
Según Parraguirre, quien fue elegido el “Jugador Más Valioso” de la instancia que les aseguró un cupo en Santiago 2023, todas las experiencias y aprontes a nivel internacional han sido con el foco puesto en el evento multideportivo más importante del continente.
-¿Cómo ves la preparación del equipo? Jugaron la Challenger Cup a finales de julio.
Este año y los anteriores hemos tenido una preparación tremenda para los Juegos, tuvimos una temporada de selección bien cargada, ahora con unos amistosos: jugamos contra UPCN -club argentino-, en San Juan, y jugaremos contra México, en Osorno y Concepción. Llegamos preparados de la mejor forma, claramente todo el camino que hemos hecho ha sido apuntando a los Juegos, el gran objetivo de este año. Te ayuda a haber jugado con distintos equipos, contra los equipos que vamos a jugar, todo eso va sumando a la confianza.
-Vienes de grandes temporadas en Argentina, ¿cuesta mucho adaptarse de la dinámica de tu club a la selección?
Tengo la suerte de que la forma que tienen de trabajar en mi club es muy parecida a la selección. Eso ayuda y siempre es enriquecedor, porque no soy el único que juega afuera, cada uno va llegando y va aprendiendo cosas nuevas, traes esas experiencias a Chile y nos hace crecer. La selección es el lugar donde he estado durante muchísimo tiempo, ir al CEO -Centro de Entrenamiento Olímpico- es como volver a mi casa, entonces uno se adapta rápidamente, lo mismo cuando voy a los clubes en Argentina. Los mejores jugadores son los que tienen la capacidad de poder adaptarse a las distintas situaciones y encontrar cuál es su función en los equipos porque todos se estructuran de forma distinta.
-Durante varios años compartiste la selección con tus hermanos Matías y Tomás, ¿cómo se puede describir esa chance de jugar por Chile con tu familia?
Es un orgullo tremendo para mí, para toda la familia, un placer haber estado los tres tanto tiempo en la selección. Fueron casi 10 años que estuvimos los tres de la selección adulta, y ahora con Tomás seguimos acá en los Juegos Panamericanos. Es un apoyo tremendo y además tener a tu familia dentro de la cancha es difícil de explicar. Por suerte siempre se vio como una forma muy natural, en la que hasta cierto punto mientras estaba pasando no le tomamos el peso. En 10 años más vamos a mirar para atrás y voy a decir: ‘Tres de doce, un cuarto del equipo era de la familia’. Es una alegría tremenda, aprendí mucho de mis dos hermanos, de alguna forma pavimentaron el camino para que me fuese mucho más fácil recorrerlo, eso yo se lo agradezco eternamente.
-Santiago 2023 será un tremendo hito para el vóleibol chileno y muchos deportes, tú que has tenido varias experiencias fuera del país, ¿qué crees que viene después en el proceso?
Claramente el legado que van a dejar estos juegos será importantísimo, van a motivar a muchísimas personas a practicar deporte. Guardando las proporciones, va a ser como la cantidad de gente que empezó a jugar tenis gracias a Nicolás Massú y Fernando González después de Atenas, estábamos todos pegados a la pantalla viéndolos ganar esas medallas. Ahora va a ser eso con la posibilidad de todos los deportes, para los menos conocidos va a ser una oportunidad tremenda de mostrarle al mundo de lo que son lo que son capaces de hacer. Lo encuentro muy bonito. Lo importante va a ser poder capitalizar toda la atención, el entusiasmo y la motivación, y de alguna forma mantener la visibilidad, el evento más grande que vamos a tener en la historia de Chile hasta ahora.
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