Este tipo de centros o dispositivos de salud mental externalizados están ubicados en las ciudades de Talca, Curicó y Linares y buscan integrar las necesidades habitacionales con las necesidades de apoyo y seguridad que requieren las personas.
Actualmente existe un número importante de personas que pese a estar psiquiátricamente estables aun se encuentran en unidades de larga estadía de hospitales psiquiátricos. El programa de Hogar y Residencias del Servicio de Salud Maule permite a estas personas salir de los hospitales y a otros acceder a este soporte habitacional, centrado en la comunidad. En este caso, el Servicio de Salud brinda este soporte social, lo financia, otorgando una alternativa habitacional y servicios de apoyo a quienes lo requieran.
Por esto el objetivo de los hogares es integrar las necesidades habitacionales con las necesidades de apoyo y seguridad que requieren las personas, contribuyendo además al proceso de entrenamiento de las habilidades que se relacionan con su desempeño en el hogar. De este modo, el Hogar Protegido debe tender a favorecer su autonomía.
Así lo informa la trabajadora social Francisca Cubillos Martínez, Coordinadora de Dispositivos de Salud Mental Externalizados del Servicio de Salud Maule, quien explica que un Hogar Protegido es una instancia residencial alternativa, para personas con patología de salud mental de causa psíquica, que no tienen las habilidades para vivir en forma independiente y no cuentan con red de apoyo de sus familias o terceros.
“Es importante destacar que tanto las residencias como los hogares protegidos son instancias de apoyo residencial, no son dispositivos clínicos de atención y dentro de sus orientaciones principales está el que puedan funcionar o asimilarse al funcionamiento de una casa tradicional o a un ambiente hogareño normalizado”, afirma la profesional.
De esta forma, el trabajo del equipo de Coordinación de los Dispositivos de Salud Mental Externalizados del Servicio de Salud Maule tiene como meta ejercer un rol de coordinación, supervisión clínica y administrativa de los dispositivos de salud mental existentes en el Maule, ubicados en las ciudades de Talca, Linares y Curicó.
A su vez, las personas que residen en los dispositivos protegidos, cuentan con distintos servicios básicos y apoyos en el cuidado de la vida diaria e instrumental como, por ejemplo, acceso y atenciones de salud en la red asistencial, apoyo en el manejo del tratamiento farmacológico y participación en actividades de rehabilitación, entre otras.
En lo que respecta al perfil de los usuarios que atienden cada uno de estos centros está el presentar un diagnóstico de trastorno mental severo; ser mayor de 18 años y menor de 60 o 65 años para mujeres y hombres, respectivamente; que sean personas en situación de discapacidad de causa psíquica; que expresen su voluntad de ingresar al Dispositivo Protegido; que no cuenten, temporal o definitivamente, con el apoyo de sus familias para vivir con ellas; que estén compensados psicopatológicamente y que no presenten problemas asociados al consumo actual de alcohol y otras drogas, ni alteraciones graves de personalidad que hagan incompatible su convivencia en un Hogar, entre otros.
Finalmente, es importante destacar que la administración Integral de los dispositivos se encuentra licitada y externalizada, funcionando las 24 horas del día, los 365 días del año, presentando una capacidad de 6 usuarios por hogar.