Al igual que los seres humanos, nuestras mascotas pueden sufrir de una indigestión, ya sea por comer demasiado o por consumir alimentos que no son adecuados para ellos, como la comida humana.
En el caso de los perros, es más común que se produzcan estos episodios y suelen ser más frecuentes entre aquellas razas caninas más glotonas y que se alimentan con gran velocidad, prácticamente sin masticarla.
Los especialistas sostienen que este comportamiento glotón «es uno de los factores de riesgo no solo del empacho, sino también de la torsión gástrica en perros».
La realización de ejercicio físico poco tiempo después del consumo de alimentos también puede favorecer un empacho, problemas digestivos como gases, vómitos y diarreas, y terminar provocando la temida torsión de estómago.
Síntomas de la indigestión en perros
De acuerdo al sitio Experto Animal, el primer síntoma de un empacho o indigestión en perros suele ser la producción de eructos y vómitos algún tiempo después de ingerida su comida.
Pero también pueden producirse los siguientes síntomas:
- Mareos
- Náuseas
- Diarrea
- Inactividad
- Debilidad
- Malestar abdominal
- Dolor de estómago
- Tumbarse en posiciones extrañas
- Inquietud
- Nerviosismo
¿Cómo tratar la indigestión?
Si tu mascota pasa por esta situación, lo mejor que puedes hacer es suspender la administración de comida entre 12 y 24 horas, según la evolución de sus síntomas.
Recuerda darle siempre agua, pues le ayudará a depurar su organismo y evitar una posible deshidratación como consecuencia de los vómitos o diarreas.
Si los síntomas empeoran en este período de tiempo, la mejor decisión será acudir con un especialista, quien puede recetar medicamentos para que mejore su estado.
Afortunadamente, un episodio eventual de indigestión no es algo grave, de hecho, casi todos los perros han tenido uno alguna vez en su vida.